viernes, 10 de agosto de 2012

Verdades y mentiras sobre los tratamientos biomédicos en el autismo

  
Muchos hemos oído hablar del protocolo DAN y sus increíbles resultados. Entre sus muchas afirmaciones haré un extracto de ellas e intentaré ir paso por paso aclarando que hay de verdad y que hay de mentira en este sistema, protocolo que, no olvidemos, mueve más de dos mil millones de euros anuales, una cifra muy importante y que genera enormes intereses comerciales.
Podemos recuperar a los niños con autismo → Falso
Las vacunas son las responsables del autismo → Falso
Los niños con autismo están intoxicados con metales pesados → Falso
Los procesos de quelación son una solución al problema → Falso
Los niños con autismo tienen todos problemas en el aparato digestivo → Falso
La dieta DAN es un sistema total para la recuperación de los niños con autismo → Falso
Bien, y si todo esto es falso, ¿qué pasa, la gente es idiota? Pues no, la gente no es idiota, pero los padres haríamos lo que fuese por curar a nuestros hijos, si alguien nos habla de que el problema de nuestro hijo puede “curarse” con este protocolo, pues lo prueban. No debemos criminalizar a los padres, su creencia en que determinados “especialistas” saben más que ellos y sobre todo, que alguien les dice lo que quieren oír, les lleva a creer ciegamente en este tipo de procedimientos.
Vamos a intentar desgranar de forma sistemática las verdades ocultas tras el negocio DAN. Porque no lo olvidemos, seguir ese protocolo es extremadamente caro y si tenemos en cuenta que miles y miles de niños no siguen ese protocolo y mejoran tanto o más que los que si lo siguen, aquí hay gato encerrado.
No voy a entrar a explicar la historia del protocolo DAN, está en innumerables webs, así que si les interesa saber sus orígenes pueden buscarlo libremente. Cabe decir que la publicidad y los innumerables congresos promovidos por los seguidores del DAN dejan a las claras un interés excesivo en dar a conocer esta “doctrina”.
Bien, empecemos a desvelar misterios. La “curación” del autismo no existe, al menos a día de hoy. Todos los casos “milagrosos” de niños “curados” gracias al protocolo DAN esconden oscuras historias o falsedades.
Pero, ¿cual es el verdadero origen del autismo? Nadie lo sabe a ciencia cierta. Desde una cuestión genética (esta teoría lleva muchos números para ser la ganadora), traslocaciones cromosómicas, errores en el código genético, etc,…, otros factores como la contaminación ambiental -que en suma lo que hace es provocar fallos genéticos-, herencia -nuevamente la genética-, problemas durante la gestación, la edad avanzada de los padres,…, en fin hay un sinnúmero de teorías al respecto. En lo que si parece estar de acuerdo todo el mundo es en que el autismo lo provocan una serie determinada de factores, es decir, no es causa de una sola cosa, es un Síndrome multicausal.
¿Las vacunas son las causantes del autismo?



Bien, esto nunca se ha podido demostrar, por tanto creer en esta afirmación es como creer en la existencia de Dios, una cuestión de Fe. Pero considero importante profundizar más en este tema, dado que sin ser la causa si podrían acelerar los efectos, generalmente colaterales.
Hoy en día hay un exceso de vacunación, nos imponen vacunas incluso para enfermedades “benignas”, es decir, patologías que no son graves y que en una país medianamente avanzado no dejan de ser algo más allá que una gripe. Sin embargo, una vacuna en mal estado o administrada de forma inadecuada a un niño, puede provocar un daño tremendo.
Por una cuestión de reducción de costos las vacunas se agrupan, es decir, en la misma vacuna nos inoculan diversas enfermedades a la vez. De igual modo, por una cuestión de costos, se usan determinados conservantes que a priori son de todo menos buenos. El más famoso de ellos es el Thimerosal (ver también Thiomersal). Este compuesto es un organomercuriado que se usa como antiséptico y antifúngico.
Desarrollado en 1928 por la farmacéutica Eli Lilly and Company bajo los nombres comerciales de Merthiolate o Mertodol.
Hay que remarcar que desde hace ya varios años su uso en vacunas infantiles se ha descartado, entre 1999 y el 2003, según países. Curiosamente la prevalencia del autismo entre niños que han recibido vacunas libres de organomercuriados y de niños que (a causa del pánico) no han sido vacunados, es exactamente la misma. Por tanto, es evidente que la vacuna no es la causante del autismo. Desde la supresión del timerosal, se han llevado a cabo seis estudios para determinar si el timerosal provoca autismo. Nuevamente, cientos de miles de niños que recibieron vacunas que contenían timerosal fueron comparados con cientos de miles de niños que recibieron las mismas vacunas sin timerosal. Los resultados fueron claros: el riesgo de autismo fue el mismo en ambos grupos.
Pero prosigamos con el tema del mercurio, no cabe duda de que el mercurio, en todas sus variantes, es un potente tóxico.
La pregunta sería, si me han administrado una vacuna con este compuesto, ¿cómo lo elimino de mi organismo? Veamos pues que dice el Center for Biologics Evaluation and Research, U.S. Food and Drug Administration. “Este compuesto se elimina del organismo por vía urinaria y vía fecal, tarda unos 18 días en ser eliminado de la sangre y unos 14 días en ser eliminado del cerebro. No obstante el mercurio inorgánico metabolizado a partir de etilmercurio tiene un tiempo de eliminación mucho más largo, al menos 120 días. Esto es debido a que en muchos casos, este compuesto es metabolizado o degradado a catión etilmercurio y tiosalicilato” Sic.
La Universidad de Calgary (Canadá) realizó un interesante estudio al respecto de la degeneración neuronal provocada por intoxicaciones de mercurio. Sin embargo, concluyeron que para llegar a esos niveles de degeneración neuronal, los niveles de exposición a mercurio habían de ser muy elevados para causar un daño permanente. Este tipo de daño ya fue estudiado en la antigüedad a causa de la “locura” de muchos de los trabajadores de las minas de Almadén, documentado por varios historiadores romanos, e incluso por los cronistas árabes.
Según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU, la dosis de referencia en pelo es de 1 microgramo por gramo de pelo (mcg/gr), entendiéndose que no se puede hablar de intoxicación hasta superar 1,5 mcg/gr, siendo este nivel, considerado bajo.
Curiosamente, una de las mayores vías de intoxicación por mercurio proviene de la ingesta de pescado. De hecho, la Comisión Europea, recomienda restringir el consumo de grandes peces (Pez Espada, Atún, Tiburón, …) entre mujeres embarazadas o que prevean un embarazo, mujeres lactantes, niños, etc. Otro de los grandes aportes de metales pesados viene de la mano de los insecticidas; algunos medicamentos (especialmente los que regulan la hipertensión y algunas vacunas contra el tétanos). No debemos olvidar la contaminación del aire motivada por la industria y los automóviles. Y otra de las vías de intoxicación (mercurio) es la de los empastes dentales, que está suficientemente documentada. Mención especial al traspaso de la madre al feto a través de la placenta y al bebé a través de la leche materna por procesos hormonales. Mediante estos procesos la madre traspasa del 40 al 60% de su carga al niño.
Pero si por casualidad, los análisis de Great Plains diesen negativo en mercurio, seguro que darán positivo en otra cosa. Plomo, Arsénico o incluso Aluminio (no es un metal pesado pero también se usa en algunas vacunas). Lamentablemente los datos sobre el porcentaje de positivos de esta compañía son “secretos”. Pero si preguntamos a familias que hayan enviado muestras a estos laboratorios, en TODOS los casos da positivo en algo. Lamentablemente, es habitual, que los análisis se le hagan sólo al niño y no a toda la familia.
Bien, creo que queda claro que la contaminación por metales pesados nos afecta a todos sin excepción y que a fecha de hoy NADIE ha probado la relación directa entre esta intoxicación y el Autismo. Pero a pesar de eso, miles de familias se atreven a quelar a sus hijos, en la creencia de que esa presunta intoxicación, no sólo es la responsable del autismo de sus hijos, sino que además, si eliminan estos metales de su organismo el niño se curará.
¿Qué es la quelación?


Es un tratamiento destinado a la eliminación de metales pesados del organismo humano. Se basa en el uso de un agente quelante, o antagonista de metales pesados. Es una sustancia que forma complejos con iones de metales pesados. A estos complejos se les conoce como quelatos, palabra que proviene de la palabra griega chele que significa “garra”. En base a la inoculación de estos quelantes se consigue la eliminación de estos metales almacenados en el organismo, siendo esta eliminación variable en función del tipo de quelante, el tipo de metal o incluso, la exposición continuada al contaminante.
No obstante, se han documentado muchos casos donde los agentes quelantes no consiguen superar de forma eficaz la barrera encefálica, siendo por tanto poco eficaces en ese área. Así mismo, a bajos niveles de intoxicación, no está probado que estos se eliminen totalmente del organismo, e incluso se teme que no sólo no se eliminen, sino que estos cambien de lugar, preferentemente con destino al cerebro.
Hay tres modelos de quelación: por vía intravenosa, transdérmica y por vía oral, y a su vez hay muchos tipos de quelantes, en función del tipo de contaminación a tratar.
Uno de los tipos de quelación mas usado dentro del protocolo DAN es la basada en EDTA y DMSA, aunque existen muchos otros sistemas y un increíble abasto de productos diseñados para tal fin.
Generalmente el proceso de quelación (en casos de tratamiento de autismo bajo protocolo DAN) suelen durar dos años. Un proceso, cuando menos largo.
El timo de la quelación
Muchas familias que han quelado durante dos años a sus hijos, han dicho cómo habían mejorado. Achacando esta mejora íntegramente al proceso Biomédico y no a las terapias conductuales que estos niños llevaban a su vez, o, obviando de forma total, que en dos años los niños cambian sí o sí.
Lo que no nos cuentan sobre la quelación es que, para que esta sea realmente eficaz, hay que seguir una praxis determinada y perfectamente documentada. Praxis que no se usa para nada en los modelos de quelación recomendados por este tipo de protocolos. Tampoco se comenta que, en muchos casos, donde el niño ha empeorado de forma rotunda -tanto es así que ha puesto en riesgo su salud vital-, estos quelantes, han actuado igual que si de un disruptor endocrino se tratase, alterando el metabolismo del niño. Sólo hay que hacer una búsqueda en internet para encontrar muchos datos al respecto. Muy pocos hablan de los peligros inherentes a las quelaciones y menos aun de los niños a los que el tratamiento les ha ido rematadamente mal.
Tampoco nos cuentan, que en muchos casos, estos metales -si es que realmente existían- no han desaparecido del organismo, sencillamente han variado su ubicación. Y si por alguna razón, el niño no avanza, la culpa es siempre de otro.
Ningún especialista serio del mundo recomendará una quelación a un niño, a no ser -claro está- que tenga una intoxicación severa. No hay que olvidar que los procesos de quelación someten al hígado a un esfuerzo máximo, y que a día de hoy, no sabemos si estos niños sufrirán problemas hepáticos en el futuro. Es como jugar a la ruleta rusa, pero apuntando a la cabeza de nuestro hijo.
El aparato digestivo


Mucho se habla sobre la infección por hongos (cándidas) en el aparato digestivo de los niños diagnosticados con TEA/TGD. Ciertamente se dan casos reales. En base a la información que he podido recoger (y que carece de todo rigor estadístico) alrededor de un 3% de niños con autismo presentan algún problema motivado por este tipo de infecciones. Habiendo una mayor incidencia en América Latina (alrededor del 6,5%) y de menos del 1% en Europa. Aunque este dato no creo que deje de ser anecdótico, ya que está basado en tan sólo 900 historias de niños de ambos continentes y en la información, ya sea directa o a través de foros, blogs y otros sitios de internet. Pero como muestra base tiene cierto valor, ya que no he encontrado información específica al respecto.
Hay que destacar que cuando un niño sufre este tipo de infecciones los síntomas son evidentes y cualquier médico especialista nos dará un tratamiento correcto para acabar con esta problemática. En España en concreto, todo el tratamiento lo cubre la Seguridad Social y si el niño tiene el certificado de minusvalía, los medicamentos son también gratuitos.
Dietas



¿Realmente es importante la dieta? La cuestión de la dieta viene dada por una posible relación debida a un problema en la asimilación del gluten y la caseína de la leche. Y aquí ya encontramos más estudios sobre este aspecto, con resultados mucho más contrastados.
 
Hiperplasia Modular Linfoide
¿Por qué se producen estos problemas? La teoría inicial se basaba en que los péptidos del gluten y la caseína de la leche, ejercen una función etiológica en la patogenia del TEA. En este caso debido a una actividad opiácea de estos péptidos que afectan a los neurotransmisores provocando trastornos del comportamiento; sumado a una mayor permeabilidad en el intestino, obtendríamos por tanto una mayor absorción de estos péptidos, que, en definitiva, pueden afectar a la conducta. Este hecho, nos llevaría a una “inflamación” de la pared intestinal. Podríamos hablar en este caso de un cuadro de “Hiperplasia nodular linfoide”, provocando una absorción incorrecta de péptidos de cadena larga y a su vez, una mala asimilación de minerales y vitaminas. La inflamación de la pared intestinal la pueden originar causas tan diversas como el uso de antibióticos, antiinflamatorios no esteroideos, hormonas, pesticidas, insuficiencia de enzimas, micotoxinas, gluten, caseína, aditivos químicos, colorantes, preservantes, malabsorción de proteínas, etc.
Los niños con autismo pueden presentar síntomas digestivos y extradigestivos.
Los síntomas digestivos incluyen dolor abdominal, pirosis, diarrea crónica, flatulencia, sialorrea, vómitos, regurgitaciones, pérdida de peso, rumiación, bruxismo, irritabilidad, disentería, estreñimiento, impactación fecal. En los períodos de irritabilidad, se observa insomnio y conductas autoagresivas; estas últimas reacciones descritas se han interpretado como parte de las alteraciones del neurodesarrollo y no como manifestación clínica de enfermedad gastrointestinal.
En cuanto a los síntomas extradigestivos están los trastornos respiratorios, neurológicos y dermatológicos, por ejemplo, infección de las vías respiratorias superiores, en piel hay rash, eczemas, dermatitis atópica, prurito.
Pero vayamos a datos concretos. Estos son los resultados iniciales de la investigación llevada a tal efecto por el Harvard Medical School/Massachusetts General Hospital:
Sobre 400 pacientes evaluados
Desde 14 meses a 20 años.
cociente de 3:1 masculino/ femenino
Los Pacientes que experimentaron el procedimiento endoscópico tenían todos los síntomas de dolor o diarrea que tienen los soldados en el ejército.
Resultados de las Endoscopías:
Esophagitis: en 23 de 111 (el 20%)
Gastritis: en 14 de 111 (el 12%), 4 tenían “plyori de Helicobacter” .
Duodenitis: en 11 de 111(10%), 2 tenían pruebas para celíacos (según el Dr. Buie, todos los niños con ASD deben realizar un análisis de sangre para prueba de celiaquía antes de comenzar una dieta libre de gluten. Una vez que estén en la dieta, esos anticuerpos desaparecen) .
Inflamación Eosinófila: en 5 de 111 (5%)
Prueba de la Función Pancreática:
Colección duodenal de enzimas pancreáticas
10 de 90 (el 11%) tenían actividad enzimática baja (éste se suele encontrar muy alto entre la población en general).
2 de estos 10 (el 20%) tenían escasez pancreática total, 5 con defectos múltiples de la enzima.
Digestión Del Carbohidrato:





La deficiencia de la lactasa fue encontrada en el 55% de niños con TEA. La deficiencia combinada de las enzimas disacáridas fue encontrada en el 15% Los análisis de enzima correlacionan bien con la prueba de la respiración del hidrógeno.
Resultados de Colonoscopías:
Colitis, encontrado en 11 de 89 pacientes (el 12%), ningunos con las características de Colitis Ulcerativa o Crohn
La histología (biopsia repasada) de hiperplasia nodular linfoide fue encontrada en 15 de 89 pacientes (el 16%)
La inflamación Esosinophila fue encontrada en 13 de 89 pacientes (el 14%), siendo su causa confusa.
Este es un sólo ejemplo, hay -afortunadamente- innumerables estudios sobre este aspecto, que vienen a revelar que alrededor de un 20 % de los niños diagnosticados con TEA/TGD/TDA/TDAH sufren de algún tipo de afección en su sistema digestivo.
En un reciente estudio llevado a cabo en Barcelona con una duración de seis meses y dirigido por la Dra. Anna Vallès i Runge, realizaron un ensayo sobre 20 personas (todas ellas dentro del espectro autista)
De las 20 personas que lo iniciaron, siete (35%) tuvieron que abandonarlo. Cuatro de ellas dada la imposibilidad de seguir la dieta obligatoria y tres más debido a un agravamiento de los síntomas. Del grupo restante (trece personas) ocho de ellas bajaron más de un 20% la puntuación (Basada en el test CARS Childhood Autism Rating Scale “Escala de Valoración del Autismo en la Niñez”), dos bajaron entre un 10 y un 20% y tres bajaron entre nada y un 10% la puntuación. A nivel general, y a pesar de lo reducido del estudio, apreciamos que en los casos que toleraron bien el procedimiento, los resultados finales no fueron malos, observando una mejora sustancial en el 40% de las personas del estudio. Aunque las cifras generales no podrían darse como muy optimistas, ya que reflejan una situación clara, en un estudio (muy pequeño) sólo el 40% mejoraron de forma sustancial y un 35% empeoraron o no pudieron seguir el estudio dado lo imposible de llevar a cabo el protocolo de dieta.
A modo de conclusión, podemos afirmar en base a datos objetivos que:
La incidencia de problemas relacionados con el aparato digestivo es lo suficientemente relevante como para que se incluya en el protocolo de atención una batería de pruebas encaminadas a la detección de los problemas arriba indicados.
La eliminación del gluten y lácteos de la dieta, no presentan contraindicaciones de ningún tipo, no obstante debe de estar revisada por un especialista en nutrición infantil.
No todos los niños con Autismo presentan problemas en su aparato digestivo, por tanto, la dieta no va a ser efectiva en todos los casos.
Conclusiones
El protocolo DAN es ante todo caro. Aporta soluciones parciales y que pueden hacerse por otras vías, que generalmente son gratuitas.
A su vez, las dietas que propone son exageradas, bajo un punto de vista nutricional, peligrosas.
Obligamos al niño a una especie de rutina demasiado dura a varios niveles. La alimentación restrictiva, las quelaciones, la toma de innumerables complementos (dada la carencia alimenticia de la dieta hay que dar un sinnúmero de suplementos), los análisis,….
El protocolo DAN es caro, muy caro. Las visitas a los “médicos” DAN rondan entre los 60 y los 200 euros, los suplementos y la dieta obligan a un desembolso extra, las restricciones que somete a la familia para -por ejemplo- viajar, son otro problema añadido, y así podría estar dos horas.
Los beneficios que aporta el DAN se pueden obtener de forma gratuita a través de la seguridad Social, con el añadido de que además tenemos el soporte del Sistema Nacional de Salud, que francamente, con todo lo bueno y lo malo que tiene, me da muchísimas más garantías que unos señores que obtienen pingües beneficios gracias a nuestros hijos. Y, no olvidemos, si existe una mala praxis, tras un “medico” DAN, como mucho, encontraremos un seguro de responsabilidad, tras la Seguridad Social, está el estado.
He conocido a mucha gente que ha seguido el protocolo famoso. Aquellos que lo han dejado se refieren al mismo como una secta. Si dejas el protocolo, las otras familias que (aun) creen de forma ciega en el mismo, poco menos que piensan que estas matando a tu hijo. El protocolo DAN se basa en usar a las propias familias como “embajadores”, es más, se encargan de promover y organizar sus “conferencias”, todo un acto de proselitismo dirigido, pero bajo el cual se juega con la salud y el futuro de muchos niños.
Con esto no pretendo culpar a las familias que han caído en las garras de esta rentable red, ya lo dije al principio, “no debemos de criminalizar a las familias”, los padres sencillamente creen que están haciendo lo correcto. Y lo creen porque durante mucho tiempo, el propio sistema de salud no les hizo ni puñetero caso cuando acudían angustiados a las consultas de la medicina oficial. Afortunadamente, cada día, hay una mayor conciencia sobre este tema y un mayor conocimiento. Desde este mismo espacio, pretendemos dar la mayor cantidad de información posible para que las familias puedan formarse un criterio y dispongan de suficiente información para dar a sus hijos lo mejor y que estos puedan tener la mayor cantidad posible de opciones. Ese es el deber de los padres y madres, pero también es nuestro deber ser críticos con todo y poder estudiar todas las opciones disponibles.
Contra el autismo, el mejor arma es el conocimiento y la información.
Daniel Comin

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